Moche es tierra de mitos, leyendas y tradiciones, valores latentes en la memoria colectiva de los herederos de esa ancestral civilización que consolidó los cimientos de su imperio en base al barro y al algarrobo, con los cuales edificó templos y fortificaciones imponentes que hoy admiramos en la costa norte del Perú.
Cultores de la orfebrería, la arquitectura, la agricultura, la cerámica y grandes astrónomos guiaron sus ideales en torno al poderoso Dios de las Montañas, de quien dependían las lluvias, las buenas cosechas y los triunfos en las guerras; en consecuencia, le tributaban periódicos rituales y sacrificios humanos. Texto completo
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