26/9/07

GARCÍA VS CHÁVEZ

Sombra del autoritarismo
rodea a gobierno de García

Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com

Cuando ni siquiera era candidato, el 14 de julio de 2004, Alan García Pérez pateó el trasero al humilde obrero Jesús Lora que lo opacó al ponerse en su delante durante una manifestación sindical. Tras del desastre natural en Pisco e Ica, el mes pasado, el presidente no dudó en levantar la voz o increpar a los periodistas que le preguntaban sobre la lentitud como respondía el Gobierno ante la urgencia de los damnificados, o porque la ayuda no llegaba oportunamente. No le gustaba que le hagan recordar sus deficiencias.
A pocos meses de su gestión, su intolerancia salió a flote durante un Consejo de Ministros, cuando arrojó al suelo un ejemplar del diario La República que en esos días cuestionaba al Gobierno.
Estos son algunos antecedentes que le marcan un parecido nebuloso con su enemigo el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien no duda en agredir a quien se le interpone en el camino. Fue él quien, desde su país, calificó de mil maneras a García Pérez, durante la última campaña electoral en el Perú, en su afán de presionar para que gane su candidato Ollanta Humala.
Para nadie es un secreto que Hugo Chávez pretende extender a lo largo de Latinoamérica su modelo de Gobierno, signado por un marcado autoritarismo con cierre de emisoras de radio y televisión, y periódicos que no comulgan con sus propósitos.
CASO I
Paradójicamente, García Pérez, cada vez se parece más a su enemigo lejano, sus acciones lo caracterizan en ese perfil. Sin ánimo de hacer apología de la informalidad ni de los azuzadores, resulta sospechoso que el 13 de setiembre, el Gobierno procediera al cierre de Radio Televisión Orión de Pisco, cuyos equipos de transmisión fueron incautados por la Policía Nacional.
Como si fuera un asalto, Eloy Yong Meza, propietario de la emisora denunció que aproximadamente a la una de la mañana ingresaron a su domicilio –donde funciona la radio– 100 policías provistos de cascos y pasamontañas. Previamente el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, había acusado a Yong Meza de haber alentado a la población a protestar contra la comitiva de diplomáticos que él presidía y que participó en el homenaje a José de San Martín por su desembarco en Pisco, hace 187 años. Por eso, la autoridad no tuvo empacho en calificarla de ‘ilegal y subversiva’.
Pese a ello, Del Castillo descartó que el cierre de Radio Orión sea una represalia del gobierno y añadió que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones decidió la clausura, el 3 de setiembre pasado, porque tiene una deuda de pago de cuatro años por derecho de concesión, es decir que actualmente operaba de manera "ilegal y clandestina".
Si tomamos como válido ese argumento, habría que esperar que en los próximos días o semanas se desate una serie de cierres de cientos de emisoras y decomisos de equipos de transmisión distribuidos en las diferentes ciudades del país, donde es ampliamente conocido que funcionan sin licencia ni autorización, algunas ni siquiera han iniciado sus trámites ante el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Se estima que en el Perú existen unas cuatro mil emisoras, de las cuales un 40 por ciento trabajan informalmente.
CASO II
Los indicios no quedan ahí. Ayer miércoles 19 de setiembre, el director de Radio Cutivalú (Piura), Rodolfo Aquino, denunció un trato discriminatorio tras recibir críticas del Gobierno por negarse a emitir un anuncio gubernamental, hecho que fue denunciado esta semana por Reporteros Sin Fronteras.
"A los medios, sobre todo en provincias, no se nos mide con la misma vara, sino viendo si seguimos o no la información del gobierno de turno", declaró Aquino, quien explicó que la semana pasada la emisora se negó a emitir un anuncio publicitario del Ministerio de Energía y Minas por considerar que contenía información falsa y porque no se identificaba al organismo que emitía el comunicado.
En ese polémico mensaje se descalificaba la consulta popular celebrada el domingo 16 de setiembre sobre las actividades de la minera Majaz en la sierra de Piura y señalaba que la Defensoría del Pueblo consideraba improcedente el referéndum cuando sólo precisaba que no era vinculante.La medida fue calificada como "una falta a la libertad de expresión" por Jorge del Castillo, a lo que RSF respondió que son las autoridades las que deben respetar la libertad editorial porque la redacción no estaba de acuerdo con el contenido.
Aquino, en alusión a Radio Orión, denunció "una especie de persecución" debido a que otras emisoras que tienen una línea editorial cercana al Gobierno y que están en la misma situación legal que Orión siguen operando.
El director de Radio Cutivalú confía en "que este incidente no traiga consecuencias", ya que su licencia de emisión vence en diciembre próximo y espera renovarla.
VOZ AUTORIZADA
Tras estas acciones gubernamentales, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunció el cierre de la emisora Radio Orión (Pisco, Ica) y las amenazas sufridas por Radio Cutivalu, ambas tras haberse enfrentado al Gobierno.
En un comunicado, RSF considera un "subterfugio para encubrir un acto de censura" el argumento esgrimido para justificar el cierre de Radio Orión, que, según la autoridades, no había renovado su licencia."Si como creemos a 'Radio Orión' se le ha sancionado por su línea editorial, este tipo de represalias contravienen gravemente la libertad de prensa", señaló la organización.
Mientras tanto, el propietario de la estación, una radio asociativa dirigida por unos jesuitas, recibió amenazas telefónicas por correo electrónico, lo que le ha llevado a solicitar protección. RSF urgió a las autoridades a que respeten la libertad editorial de Radio Cutivalú.
¿COINDENCIA?
En medio de esta andanada el director general de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (Apci), Agustín Haya de la Torre, expresó la necesidad de investigar a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que financian radioemisoras, con parte de la cooperación internacional que reciben por tratarse de entidades sin fines de lucro, pese a que dichas radios también se benefician con publicidad.
“Allí estarían incurriendo en una falta sin duda, y eso son justamente tareas que debemos examinar, lo que puede ser es que recurran a otros tipos de recursos, tenemos que investigar esos temas”, aclaró. Curiosamente el legislador fujimorista Rolando Sousa, aliado del partido de Gobierno, mostró su conformidad que se investiguen los fondos de las ONGs.
Estos hechos podrían ser solo percepciones, pero no está demás permanecer advertidos, si tenemos en cuenta que en política nada es inocente y que el poder obnubila hasta al más sencillo ser humano, más aún si conocemos los antecedentes de quienes ya nos gobernaron una vez.

24/9/07

TERREMOTO EN ICA

Desastre, desesperación e improvisación

Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com

La noche del viernes 15 d agosto de 2007 un fuerte sacudón de la tierra nos sacó del letargo a los peruanos. Nos hizo despertar de ese afán triunfalista al que nos está acostumbrando el gobierno con el argumento de que el TLC con Estados Unidos está a punto de concretarse y que debemos sentirnos orgullosos por que tenemos una macro economía rebosante, gracias a las divisas que nos dejan las exportaciones.
Ésta es otra fecha importante que registrará la historia del Perú, entre esa larga lista de desgracias que nos azotan. Ahora, con el agravante, de que las autoridades demostraron que no están preparadas para responder de inmediato ante las emergencias, como lo sufren en carne propia las poblaciones de Ica, Pisco, Nazca, Paracas, Cañete. Eso ya se veía venir desde las incendiarias movilizaciones sindicales de los últimos meses que no fueron controladas inteligentemente, sino con prepotencia y pedantería.
De que la administración pública es lenta, eso nadie lo duda. En parte se explica por la burocracia mal acostumbrada, pero en estos casos y cuando la vida de miles de personas está en juego, esta actitud debe cambiar.
Veamos. Tres horas después de ocurrido el terremoto que sacudió a casi todo el Perú, el mismo presidente de la República Alan García Pérez, estaba mal informado y, como tal, nos desinformó. Agradeció a Dios porque “no hubo un inmenso número de víctimas”, no más de 17, y que “felizmente no había ocurrido una catástrofe”. Al parecer, sin consultar a los especialistas, dijo que fueron dos sismos, cuando los sismólogos ratificaron que sólo hubo uno.
El reprobable colapso del sistema de comunicación no lo exime de su responsabilidad, pues las entidades del Gobierno tienen, o deberían tener, otras formas de mantenerse en contacto. Está el Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina de Guerra, la Policía Nacional o Defensa Civil que pudieron proveerle información confiable respecto de las reales secuelas del sismo. Y si no las tuvo a causa de la ineficiencia del aparato estatal se hubiera ahorrado ese mensaje.
Con ese dato ‘oficial’, de quien representa a los peruanos, entonces quien iba a actuar con prontitud, como lo exige este tipo de emergencias (Defensa Civil, los bomberos o el Ejército), mientras tanto, cada minuto que pasaba decenas de compatriotas dejaban de existir bajo las toneladas de escombros.
Al siguiente día llegó el presidente de la República Alan García Pérez con las manos vacías, sólo con promesas de que la ayuda llegaría después. Esta actitud exacerbó los ánimos de los afectados, quienes a gritos le exigían agua, abrigo y alimentos; pero sobretodo apoyo para rescatar a los sobrevivientes y cadáveres.
Hasta entonces Defensa Civil ni siquiera hacía acto de presencia, sólo los bomberos estaban desde las 8 de la mañana del jueves, quienes por su cuenta arribaron para sumarse a las brigadas que se habían organizado entre los mismos pobladores. La presencia del Estado, en términos reales, era nula. Esto prosiguió posteriormente en una tremenda desorganización e improvisación al momento de distribuir la ayuda que llegó de todos los rincones del país y del extranjero, como una muestra de la inmensa solidaridad latente en el pueblo peruano. A 10 días del desastre aún se evidencia este desorden.
El mismo congresista del Apra, Edgar Núñez, quien perdió varios familiares a causa del terremoto, confirmó ese caos y criticó la falta de reacción y organización del Ejecutivo. Él llegó a Pisco la misma noche del desastre y fue testigo del abandono y desconcierto reinante.
• FRENTE EXTERNO
Los responsables del barco-hospital Confort, que recientemente estuvo en Salaverry ofrecieron retornar de Ecuador y trasladarse a Pisco a fin de atender a los heridos, siempre y cuando las autoridades lo soliciten, pero nadie lo hizo.
Así las cosas. La desorganización rebasó los límites nacionales, pues los brigadistas extranjeros que ayudan en el rescate dieron cuenta de la lentitud con que se distribuye la ropa y los alimentos. Estas versiones fueron recogidas por diarios españoles, en detrimento de la imagen de nuestro país.
Los peruanos y la comunidad latina residente en Estados Unidos expresaron su preocupación porque en Nueva York querían donar dinero, pero no había ninguna cuenta oficial para canalizarlo, situación similar se presentó en otras misiones del mundo; ya que la pagina web del Indeci ni de la Cancillería tenían nada al respecto. Sí hay varias cuentas particulares abiertas, pero conducen a la confusión y a la desconfianza. Lo ideal es que se hubieran abierto cuentas en los principales países, puesto que los depósitos hacia las que están en bancos peruanos implican pagos de hasta 40 dólares, con lo cual se resta la ayuda.
Asimismo, el Gobierno debió establecer convenios con las empresas que envían remesas (Western Union, Orlandi Valutta, Banco de Crédito, Interbank y otros) para que los envíos destinados a la ayuda humanitaria no se cobren tasas o éstas tengan un tratamiento especial.
LECCION APRENDIDA
“Ica era el corazón de la alegría para los corifeos del neoliberalismo. La economía marchaba allí como por un tubo hacia el desarrollo, no había desempleo, los agroexportadores -chilenos en su mayoría- vendían cada año 600 millones de dólares. De pronto, el miércoles 15, se demostró que en Ica no existía siquiera un buen hospital. El nosocomio principal se vino abajo y en su interior no había ni equipo, ni laboratorios, ni médicos, ni vendas, ni lechos suficientes”, comenta el periodista César Lévano.
La Libertad es una región con similares características agroexportadoras, sin embargo, pese a los argumentos sobre la necesidad de contar con un Hospital Nacional, porque los existentes están con su capacidad copada, las autoridades del Gobierno se han hecho de la vista gorda. ¿Acaso querrán trasladar a Lima a los pacientes en un eventual desastre?, poniendo en peligro la vida de las personas, como lo están haciendo en Ica.
Un amigo residente en Ottawa (Canadá) me contó que la semana pasada se registró un dantesco incendio en un barrio de inmigrantes. De inmediato se activaron las alarmas y los bomberos rescataron a las familias sin que haya ningún herido, pese a que el edificio quedó inhabitable. Allí el Estado puso en marcha, como si estuvieran programados, los instrumentos de acción.
Las familias que se quedaron sin techo fueron reubicadas. Las ayudas, tan caras al Gobierno, no se hicieron esperar. Este es el Estado del Canadá que en Latinoamérica sería acusado de "elefantiásico" o, en los términos del extinto escritor Octavio paz, "el ogro filantrópico".
Este es un Estado que los norteamericanos ven con envidia porque es capaz de procurar bienestar, seguridad y apoyo sin, por ello, impedir la generación de riqueza por parte los agentes privados. Es el Estado que impone reglas y hace que la gente no haga lo que le da la gana cuando quiere zurrarse en el interés social o el medio ambiente. En la Constitución peruana de 1979 se decía que "el derecho de propiedad se ejerce en armonía con el interés social". Esto en Canadá es lo normal. En el Perú es una frase comunista.
Cuando el crecimiento económico se asienta en lo que el gran historiador Jorge Basadre llamó "el Estado empírico y el abismo social" ocurren espejismos de crecimiento, como el de Ica. Lamentablemente, son las tragedias las que ponen a prueba la fortaleza de un sistema social. Y esta última tragedia nos hizo, otra vez, pisar tierra. Estuvimos mirando con triunfalismo y autocomplacencia las cifras macroeconómicas. Hemos predicado -y nos lo habíamos creído- que el Perú caminaba al desarrollo con "piloto automático".
Tras la década neoliberal, hoy vivimos en carne propia lo absurdo que es achicar y debilitar el Estado haciéndolo abdicar inclusive de sus funciones básicas. Hoy nos damos cuenta que seguimos siendo un conjunto de personas viviendo en islas separadas y agrupadas en torno a un Estado que está lejos de ser siquiera un "ogro filantrópico". Lástima que la conciencia aflore sólo en circunstancias trágicas.
NADIE ESCUCHÓ ADVERTENCIAEl gobierno peruano ignoró la alerta hecha en 2005 por el científico Hernando Tavera respecto del latente peligro de un terremoto de grandes proporciones en la sureña región de Ica.
Tavera es director de Sismología del Instituto Geofísico del Perú (IGP), que entregó al Instituto de Defensa Civil (Indeci) sobre los riesgos del cataclismo.
‘Lima continúa en ese peligro latente’, alertó Tavera al cuestionar la actitud del gobierno que incluso no lo consultó el miércoles último, cuando ocurrió el sismo, y divulgó datos imprecisos.
Tavera recordó que en 1974 se registró un terremoto en Lima e indicó que “mientras más lejos esté la fecha del último sismo más cerca estamos de que ocurra (otra vez esa eventualidad)”, manifestó.
El titular del IGP manifestó que desconocía de dónde el presidente Alan García sacó la versión de que fueron dos terremotos. “Fue uno solo que duró 3.3 minutos y que en su punto más crítico tuvo una escala de 7.5 grados”, indicó tras añadir que Perú no está preparado para enfrentar un terremoto de gran magnitud.
MAS INFO
El terremoto dejó 540 muertos, 1,700 heridos y 176 mil damnificados; asimismo, 35,214 viviendas destruidas. El mayor impacto se registró en Pisco (240 km. al sur de Lima) con 335 muertos. Para que no se repitan estas desgracias el Gobierno debería establecer una política orientada a normar que toda construcción tenga un diseño antisísmico, aun cuando no sea de material noble. La Universidad Católica ya ha avanzado en este tema (http://www.ceresis.org/proyect/adobe.htm), cuya propuesta se podría trabajar con las NN.UU. o someter a un concurso internacional.

ANTONIO BRACK

Escasez de agua, el
reto de las regiones

Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com

El agua es un recurso escaso, aunque en nuestro país sea abundante y tengamos la sensación de que nunca se acabará; pese a ello, en varias regiones son evidentes los conflictos latentes, mientras que algunos países empiezan a prepararse para futuras guerras por este motivo.
El ambientalista Antonio Brack Egg, nominado por el Ministerio de educación para el premio Príncipe de Asturias, tiene su propia interpretación de este problema y advierte la necesidad de actuar con prontitud y eficacia porque la realidad a futuro es preocupante.
“En el Perú no existe un Plan de Gestión del Agua, solo hay algunas políticas muy genéricas. Un plan significa que las regiones tengan una participación activa y no dejar solo al Gobierno Nacional. Regiones como Moquegua, Tacna, Ica o Arequipa deben comenzar a elaborar sus planes estratégicos de gestión del agua con una implementación a largo plazo. En la cuenca del río Piura se habla de planes de riego y ampliación de la frontera agrícola en el Medio y Alto Piura, pero en las partes altas (Chalaco) se está derribando los boques de neblina (con una biodiversidad variadísima y alto endemismo), entonces de dónde va a salir el agua para regar las tierras de la zona baja. En Lima hay un millón de personas que necesitan agua potable y ésta falencia sólo puede cubrirse con el almacenamiento, el manejo de cuencas y el reciclaje de las aguas de desecho, pero eso implica trabajo e inversión”, reflexiona Brack Egg.
¿Hay una falta de conciencia en la población respecto del cuidado del agua?
La conciencia en el Perú está influenciada, demasiado, por la religiosidad, es decir que como la divina providencia nos da todo, y el agua cae del cielo entonces no hay porque preocuparse. El Perú siempre ha usado y ha saqueado recursos, pero nunca los ha manejado.
¿Dónde está el talón de Aquiles)
El talón de Aquiles se halla en la Educación que está muy orientada a la historia, pero no a las ciencias exactas y aplicadas (Fìsica, Química, Ciencias Naturales, Biología), como en los países desarrollados. Tenemos que educar para gestionar recursos.
Pero eso en el largo plazo ¿y en el corto plazo?
En países como Perú con altos índices de pobreza, se tiene que trabajar el aspecto coyuntural de corto plazo, sin dejar de lado el largo plazo. Es muy distinto en Suiza donde la Educación y la Salud están equiparadas con el crecimiento poblacional. Nosotros tenemos estos servicios en un nivel muy bajo mientras la población se sigue disparando. Por eso en el Perú solo funciona el efecto bombero, es decir que el Gobierno solo reacciona ante las coyunturas (movilizaciones), que obligan a formar una comisión, a negociar, firmar un acta con lo que acaba el problema; pero nadie supervisa el cumplimiento de los acuerdos. Ese es el gran problema. Y lo otro, es que no hacemos planes de largo plazo, lo cual obligará a consensuar a tirios y troyanos. El Acuerdo Nacional fue un leve indicativo, pero éste solo aflora de vez en cuando, luego queda durmiendo. Algunos partidos no firman porque nadie quiere comprometerse en el largo plazo, puesto que el inmediatismo permite ganar votos, contentado los a la gente. Ya es hora de hacer algunas cosas que a la gente no le gusta mucho.
¿Cuáles son las amenazas para el agua en el país?
La primera es la gran contaminación con desagües a las cuencas costeñas y serranas; segundo, los residuos sólidos; tercero, los pasivos mineros y la minería informal que se difunde en grandes áreas. Ésta produce gran impacto pero parece que a nadie le importa.
Pero, ¿cómo hacerlo?
Es más fácil controlar a las grandes empresas determinadas y ubicadas, que a los cientos o miles de informales que están difusos y dispersos.
Se dice, casi proféticamente, que los grandes conflictos del futuro serán por el agua. ¿Qué hacer frente a ello?
No van a ser, ya son. Israel ocupó las alturas del Golán que le pertenecen a Siria y no se lo piensa devolver, porque ahí está la cuenca del río Jordán. Ese es evidentemente un conflicto de agua. En el Perú tenemos desencuentros por este tema entre Moquegua y Arequipa, Ica y Huancavelica, Ancash y La Libertad; esto ocurre porque el 40 por ciento de la población está en la costa y pesa muy fuerte política y electoralmente. La demanda de agua crece, mientras ésta disminuye o se deterioran las cuencas; sin embargo, no damos solución a ello, ni tenemos intención de hacerlo. No hay planteamientos y los conflictos latentes se van a intensificar en el futuro.
¿Cuáles deben ser los ejes de una estrategia nacional del agua?
Primero, generar la intención política consensuada que queremos solucionar el problema con visión de futuro. Segundo, manejar el concepto de cuenca, teniendo en cuenta que algunas comparten más de una región; ahí es necesario un consenso interregional o interdepartamental de manejo. Tercero, restituir el equilibrio de las cuencas con cobertura vegetal y boscosa, a fin de aumentar los colchones de agua, como en Porcón (Cajamarca), donde se sembraron 9 mil hectáreas de bosque, lo cual cambió el clima (disminuyeron los vientos fuertes) y aumentó el agua con la aparición de puquios que habían desparecido, porque la vegetación es como una esponja. Además produce una rentabilidad económica a la población porque genera empleo rural. Ésta es una inversión, no un costo, pues los bosques se cosechan y se vuelven a sembrar, y siempre tendrá un recurso manejable. Otros países lo hacen, Alemania es del tamaño de Loreto con 80 millones de habitante y el 28% de su territorio está cubierto con bosques porque saben de su importancia en el mantenimiento del agua limpia. Nosotros no tenemos ese concepto, porque sabiendo que Santa Rosa y San Martín son peruanos, siempre nos va a ir bien y nos hacemos nada frente a este problema.
Alguien tiene que liderar este proceso ¿Qué hace el Conam en este aspecto?
Al Conam (Consejo Nacional del Ambiente) se le pide más de lo que puede hacer. Es un consejo, no es un Ministerio, por tanto no tiene poder de decisión. La ejecución está en las oficinas ambientales de cada sector en base a las políticas fijadas. Además este organismo tiene un presupuesto miserable de 7 millones de soles anuales; es decir que no hay plata para que los funcionarios viajen al extranjero para capacitarse o estar presentes en foros internacionales. Entonces no se le puede pedir más, es urgente invertir en este sector. Y eso ocurrirá cuando la gente tenga mayor cultura ambiental.
¿Y el Inrena?
El Inrena es responsable de la gestión de casi todos los recursos renovables (agua, suelo, biodiversidad, Áreas Protegidas) con excepción de Pesquería. Su presupuesto también es irrisorio, pese a que es responsable del manejo de 70 millones hectáreas de bosque, de las cuales 65 están en la selva, esto implica que debe tener oficinas repartidas en todas parte del Perú con gente monitoreando y vigilando. La Policía Ecológica y Turismo tiene 500 efectivos que no alcanzan para desplazarse a todo el territorio, además carecen de helicópteros y avionetas. Desplazarse en bote, en la selva, tiene un costo altísimo. Si queremos calidad de vida con recursos conservados y rentables es necesario destinarles mayores recursos.
De otro lado, se desperdicia el agua por la existencia de sistemas de riego inadecuados.
Esa es la gran contradicción, en el Perú todavía tenemos en su mayor parte sistemas de riego absolutamente primitivos por inundación. Eso pasa todavía con los campesinos pobres que no ven más allá. Hoy día hay formas de riego de espárragos o caña de azúcar que usan sólo el 30 por ciento del agua que se consume normalmente, tenemos que tecnificarnos con mediciones computarizadas.
Pero en las ciudades también ocurre lo mismo con el agua potable, ¿cuándo se entenderá que este recurso es escaso?
Cuando el agua cueste más. La gente desperdicia las cosas y las utiliza mal cuando son demasiado baratas. Una cerveza grande vale de 3 a 3,50 soles, mientras un metro de cúbico de agua potable (mil litros) solo está a 1,50 soles. El día que sea como en Alemania donde el metro cúbico de agua vale 2 dólares, entonces empezaremos a cuidarla porque nos golpea el bolsillo.
¿Concuerda con los proyectos de irrigación en la costa?
Las zonas eriazas se pueden regar eficientemente y sacar una enorme productividad, como se está haciendo en Ica, Lambayeque o Chavimochic. Solo la costa peruana podría alimentar a todos los peruanos y genera exportación, sin talar los bosques de la selva, y generando empleo y riqueza. Lamentablemente la tecnología que tuvimos salió fuera del país, los especialistas en algodón de antes de la Reforma Agraria se fueron a Israel y los expertos en cañaza de azúcar, al valle del Cauca (Colombia), donde lograron mucho éxito. El Perú ha sufrido tantos cambios, y recién nos estamos recuperando.
- Una última reflexión.
A mi me preocupa que en el país no estemos afrontando el problema del agua con planes de largo plazo y que nuestros hijos y nietos van a sufrir muchísimo porque nuestra generación no está tomando las previsiones del caso. No quisiera vivir en el año 2050 de ninguna manera prefiero estar muerto.
¿Por que?
Porque habrán muchos problemas por agua en las punas, sino la corregimos por la contaminación, aumento de la población con en Lima que contribuye a la agresión humana continua tremendamente. Trujillo todavía es una ciudad tranquila a pesar que es conocida por ser una ciudad bulliciosa. Estamos bajando nuestra calidad de vida.
PASIVOS MINEROS
Los emprendimientos mineros que han cerrado antes de la nueva legislación han quedado ahí, muchas veces a la orilla de lagos y ríos, como es Picapampa en Ancash, en otros lugares filtran aguas ácidas que discurren con las lluvias. Esto obliga a crear el Fondo Nacional de Pasivos Ambientales y comenzar a trabajar en las zonas más peligrosas. Muchas veces solo es necesario echar cal, pero nadie lo hace. No hay una visión ni una política nacional frente a este problema, pese a que esto perjudica a la agricultura de exportación y a la salud de las personas.

ENTREVISTA A JOSE PINEDA

Cultura que pobló costa de
La Libertad fue una sola

Guido Sanchez Santur
sasagui35@gmail.com

La historia de las antiguas civilizaciones del Perú nos enseña que el territorio donde hoy se extiende la costa de La Libertad lo habitaron varias culturas a lo largo de su proceso histórico, que nos dejaron obras arquitectónicas monumentales que hoy admiramos, además de sus sorprendentes manifestaciones de arte, religión, agricultura, navegación, astronomía.
Sin embargo, en pleno siglo XXI y cuando parecía que todo estaba claro, el arquitecto trujillano, José Pineda Quevedo, sustenta su tesis de que la cultura Moche fue el único pueblo que habitó este espacio geográfico, y que durante su desarrolló tuvo etapas bien definidas, las que conllevaron a la confusión de muchos estudiosos, quienes consideran que en este ámbito se sucedieron diferentes civilizaciones.
Vale decir que las llamadas culturas Salinar, Gallinazo, Cupisnique, Chimú y otras, formaron parte de un mismo pueblo, y que esas denominaciones sólo pretenden diferenciar las sucesivas fases históricas. Así lo testimonian, entre otros, los elementos comunes identificados en las expresiones arquitectónicas de cada etapa constructiva.
Esa continuidad histórica en el tiempo y espacio aún se aprecia en los restos arqueológicos tanto en la costa como en las estribaciones andinas del valle Moche, donde primó una lengua común y el apropiado dominio del espacio que permitió afrontar los embates del fenómeno El Niño.
UN REPASO HISTÓRICO
Los primeros grupos humanos que colonizaron el valle Moche fueron seminómades (paijanenses, según Chauchat) que desde su llegada estuvieron presentes en la costa y la sierra, aprovechando la diversidad del medio. La abundancia de recursos del litoral marino los motivó a instalarse en Alto Salaverry, y el descubrimiento de la agricultura los condujo a la sedentarización sobre las terrazas aluviales, en la parte alta del valle (El Matico y Menocucho, donde construyeron obras de irrigación).
Es en estos sitios ven la luz las primeras estructuras monumentales complejas. Esta arquitectura ceremonial y cultual tuvo una sorprendente diversidad morfológica que se caracterizó por el tratamiento del volumen lleno, la delimitación con muros de espacios orientados, y la valorización de las áreas vacías o plazas como consecuencia del tratamiento del suelo. La cerradura se constituye en un elemento permanente a lo largo de la historia moche, el mismo que consiste en un espacio rectangular cercado, presente en los sitios más antiguos (Huaca de Los Reyes, en Laredo) hasta los de mayor apogeo (Chan Chan). Otras tipologías singulares son los templos en "U".
La arquitectura monumental expresa el poder de las elites gobernantes, en tanto estas construcciones demandaron organización y control de una mano de obra masiva; pero también reflejan la evolución de las sociedades dominadas inicialmente por una teocracia, y que se fueron desarrollando con una creciente secularización.
En los grandes poblados rurales se mezclaban campesinos y artesanos, y las elites dependían completamente de los recursos agrícolas. Las primeras aglomeraciones con un fuerte carácter ceremonial evolucionaron conservando su función de origen y adquiriendo otras, y generalmente estaban en los bordes de la parte baja del valle, en los relieves del valle medio, alto y en las quebradas. Esto revela la estrecha relación entre las formas urbanas y su espacio natural.
Las grandes plazas, las composiciones urbanas y los volúmenes monumentales estaban construidos en la planicie del valle, en los conos de las quebradas, algunas veces en grandes terrazas y raramente sobre cimas niveladas de los relieves accidentados. Estos fueron lugares destinados a los centros ceremoniales y administrativos de las elites.
Los establecimientos ceremoniales estaban instalados fuera de los lechos aluviónicos, en quebradas poco profundas y donde la formación de avalanchas era mínima. En cambio, muchas aglomeraciones administrativas y residenciales contemporáneas se ubican en quebradas profundas, las que se canalizan en periodos de El Niño, pese a lo cual han sufrido graves destrucciones.
Las aglomeraciones principales y secundarias antiguas testimonian una continuidad urbana y una permanencia en el tiempo. Su ordenamiento urbano es común pese a su distanciamiento espacial y temporal. Así tenemos la roca simbólica instalada artificialmente en el corazón de las plazas, de tal manera que numerosos monumentos y sectores religiosos que no cumplían ya su función original pasaron a tener un uso simbólico, jugando un rol mayor en la evolución de las ciudades (las sepulturas de elite adquirieron el status de huaca). Los principios de esta continuidad urbana los ilustran la orientación constante de los templos y poblaciones principales hacia las cimas de los cerros tutelares o apus.
La organización del espacio territorial se explica por la existencia de un sistema dinámico que se apoya sobre tres tipos de redes: canales de irrigación, caminos y establecimientos humanos. Las redes hidráulicas, rudimentarias en un primer momento y complejas posteriormente, permitieron la explotación agrícola del valle y su desarrollo económico a pesar de sus pequeñas dimensiones.
Al principio fueron los centros ceremoniales o templos que administraron y controlaron esas redes. Las elites locales, no solo impusieron sus ritos y creencias sino que también poseían los conocimientos y técnicas sobre el funcionamiento de los canales de irrigación. A partir del Formativo Tardío, el crecimiento demográfico del valle de Moche estuvo ligado al intenso desarrollo de la agricultura, lo que fue posible gracias a la optimización del sistema hidráulico. Paulatinamente el manejo del valle pasó de las elites religiosas a ser compartido con los civiles, que establecieron sus centros residenciales a lo largo de los valles Moche, Sinsicap y Chacchita.
Los caminos posibilitaron la estructuración de las aglomeraciones y permitieron dirigir los flujos humanos al interior de los valles, a los oasis vecinos o a la sierra. Su control estuvo a cargo de las elites religiosas en un comienzo, y más tarde por las elites seculares-religiosas. La presencia de senderos hacia los relieves naturales sacralizados, revela el funcionamiento paralelo de un sistema de vías sagradas.
Como con las redes de irrigación y de caminos, las conexiones de las aglomeraciones al principio estuvieron bajo el dominio de las elites religiosas, desde la sedentarización, centros ceremoniales y templos hasta la proliferación de implantaciones y la constitución de redes urbanas más extensas y complejas.
Igualmente se distingue una red de apus con diferentes grados de influencia, según las épocas, que condicionaron la localización de los templos y de las aglomeraciones mayores. El control y la estructuración de esas redes facilitaron la implantación de un sistema evolutivo de ordenamiento del territorio que cubrió la totalidad del valle de Moche y sus afluentes: Sinsicap y Chacchita.
Si bien algunos arqueólogos han encontrado en varios sitios del valle Moche restos de cerámica inca, no existe ningún indicio de su arquitectura o de su urbanismo. Aparte de los trabajos de infraestructura concernientes al drenaje de los pantanos y a la agricultura en chacras hundidas, ningún otro ejemplo inca está asociado al ordenamiento de este espacio geográfico. Tampoco hay presencia Wari. Esta ausencia contrasta con los vestigios de esta cultura presentes en los Andes del norte (Huamachuco, en los valles de Condebamba y de Cajamarca, donde se distinguen los sitios de Wiracochapampa, Ichabamba y Yamobamba).
SALVEMOS LO NUESTRO
Actualmente está en juego la salvaguarda del conocimiento del pasado préhispánico frente a la acelerada destrucción del patrimonio arqueológico. Los sitios estudiados o que están en proceso de investigación, son una parte minúscula respecto de los existentes, y por muy buenos que sean, como la Huaca de La Luna, sólo nos proporcionan una muestra parcial de la realidad social y cultural de la sociedad que los construyó.
Desgraciadamente, casi la totalidad de los sitios arqueológicos sufre una destrucción permanente, perdiéndose la memoria de nuestros antepasados, por acción de los huaqueros, la explotación de canteras y la minería, las granjas de pollos, actividades industriales, el crecimiento de urbanizaciones legales e informales (pueblos jóvenes), la ocupación de las laderas de los cerros (aquí se encuentra la mayor parte de los vestigios arqueológicos) de las tierras cultivables. Ante este hecho, es urgente proceder a recuperar el máximo de los conocimientos posibles sobre nuestro antiguo Perú.
Un ejemplo es el cerro El Yeso (Simbal) que está convertido en cantera de materiales de construcción. La misma suerte corre la Quebrada Alto de Guitarras, pese a sus valiosos petroglifos y un camino antiguo. Pese a ello, nadie impide la presencia de la maquinaria pesada que continuamente ingresa.
“Son elementos valiosísimos que todos los días se pierden. En Menocucho están desapareciendo las evidencias más claras del manejo territorial en el valle Moche. Ahí existe un montículo piramidal único, con adobes cónicos, plataformas, entierros y viviendas que nos permiten observar la sociedad Moche en todas sus etapas”, enfatiza.
Lo mismo está pasando con los canales de irrigación que trajeron el agua a la costa cruzando una geografía agreste y largas distancias. Con la pérdida de esas evidencias desaparecen datos trascendentales que otros países no tienen y de lo cuales quisieran albergar siquiera una mínima parte.
En este contexto urge emprender agresivas acciones de protección del patrimonio monumental y arquitectónico, labor que compete a todos los niveles del Estado, al amparo de las leyes vigentes, pues se trata de nuestra identidad nacional.
HEGEMONÍA POLÍTICA
El valle del Moche es considerado por el mundo científico como el foco cultural de una sociedad que en dos ocasiones se extendió sobre la costa septentrional del Perú imponiendo una unidad política, con centros de poder localizados en las aglomeraciones de Chican (Huacas del Sol y de la Luna) y de Chan Chan. Comúnmente se admite que la cultura Mochica habría constituido la primera hegemonía política a lo largo de la costa (entre el 300 y 700 después de Cristo), sólo rota por el imperio Wari. La segunda hegemonía política habría correspondido a Chimú (entre 1300 y 1470 después de Jesucristo), desmembrada por el imperio Inca.
En esta unidad geográfica, las distintas etapas de la organización del territorio corresponden al desarrollo de una misma sociedad local, que depende de una lógica de desarrollo endógeno. Los períodos Mochica y Chimú se inscriben en una continuidad, sin ruptura, del ordenamiento del territorio del valle del Moche, iniciada en el pre cerámico. La ausencia de un modelo de planificación intrusiva correspondiente a la cultura Wari confirma este hecho.
“Nuestras investigaciones ponen de manifiesto que si bien el valle constituyó un foco cultural y político para otros valles de la región, hubo antes un largo período de división administrativa relacionada a distintos sectores. La centralización administrativa aparece relativamente tarde. Varias aglomeraciones se desarrollaron a lo largo del valle compartiéndoselo”, sostiene el investigador.
¿La influencia política del valle del Moche comenzó antes o después de su centralización administrativa? Según los vestigios sobre el ordenamiento del territorio, la centralización del valle habría comenzado entre el 500 y 700 después de. J.C.) a partir de Galindo.
La integración de los sistemas hidráulicos de los valles Moche y Chicama, durante los siglos XII y XIII, así como la previa adopción de ambos de un Apu común (montaña sagrada) hacia el IX siglo, ponen de manifiesto a la vez que estos dos valles compartían, mucho antes de la llegada de los españoles, una administración política y religiosa común, centralizada en Chan Chan.
EL GOLPE DEL COLIONALISMO
El examen del nuevo modelo de organización del espacio territorial impuesto por los españoles, permite comprender mejor la originalidad del sistema precolombino y advertir el traumatismo que constituyó esa intrusión, que relacionaba de repente dos continentes separados por miles de kilómetros de mar. En oposición al ordenamiento territorial anterior- donde la urbanización de las laderas frente al valle no tenía interrupción- y en divorcio con los modelos orgánicos que integraban una naturaleza sacralizada, los españoles fundaron en la planicie de los valles una sola aglomeración para ellos y cuatro "reducciones" para la totalidad de la población aborigen. Esas "reducciones" obligaron a los nativos a una promiscuidad que les era desconocida, y les impuso un urbanismo geométricamente rígido y desacralizado.
El paisaje ha perdido su carácter sagrado y su función referencial, las nuevas implantaciones humanas no guardan relaciones simbólicas con los elementos naturales (cerros, rocas, quebradas). Estos elementos se encontraron excluidos de la concepción urbana. La localización, la destinación de las nuevas poblaciones se funda bajo criterios de discriminación racial: la "ciudad" de españoles y las "reducciones" de indios.
MAS INFO
La tesis del arquitecto José Pineda Quevedo se denomina El Ordenamiento del territorio en el valle Moche del Perú desde el sedantarismo al siglo XVI. Enseñanzas de una lectura espacial de la vida de las sociedades prehispánicas, con la que obtuvo su doctorado en Geografía, en la Universidad de Paris III – Sorbonne Nouvelle (Francia). En base a esta tesis publicó su libro Espacio y Arqueología en el Perú, París 2007, editorial L´Hartmattan.

JUVENAL ÑIQUE RÍOS

“Dónde no existe moral,
no puede haber política”


Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com

Su rostro trasluce una sonrisa y conversa con sosiego, aunque con mucha convicción y sabiduría. Habla con la autoridad que le da la experiencia a lo largo de sus 92 años de vida. Es firme en sus ideas, pero se cuida mucho de no herir ni afectar a nadie. Juvenal Ñíque Ríos es uno de los curtidos apristas que se nutrió de la ideología y las enseñanzas de los viejos maestros; quien no duda en exhortar a los militantes que volteen la mirada hacia las enseñanzas de los fundadores del partido para desterrar la crisis moral y la desorganización imperante.
“Cuando tenía 15 años se funda el Apra, desde entonces me cautivó su mensaje, porque los discursos de los hombres de esa época eran dignos de escuchar. Teníamos a figuras como Antenor Orrego, Carlos Manuel Porras, Víctor Raúl Haya de la Torre, Alcides Spelucín, Daniel Hoyle (notable músico y gran intelectual). A ellos se sumaron el “Gordo” Narváez, Quiroz Loases (los hermanos Sergio, fusilado en 1932 y Carlos, quien tras participar en la revolución de 1932 fugó a Bolivia y de ahí pasó a Ecuador, donde se graduó de médico y retorno al Perú con el fin para desplegar su obra social).
¿Extraña esa clase de ideólogos en la política contemporánea?
Sí, sí. Fue un grupo selecto de jóvenes. Los mayores eran Antenor Orrego y José Eulogio Garrido, quien nunca se inscribió en el APRA, pero siempre se le conoció como un hombre de avanzada que asumió el liderazgo del Centro Federado de Estudiantes, a quien le sucedió Haya de la Torre. Además formó parte del Grupo Norte junto a César Vallejo.
¿Qué extraña más de aquellos intelectuales de quien usted se nutrió?
Su emoción social, su vocación de servicio. El concepto que tenían de la acción cultural y educativa. Decían que “la revolución empieza a través de la educación”. Orrego sostenía la necesidad de “educar al pueblo para que reclame sus derechos”. Él lideró los grupos que salían a dictar conferencias entre los años 30 y 40 a los valles Chicama, Santa Catalina y otros lugares.
¿Hasta cuando se mantuvo esa clase política?
Hasta el 48, de ahí empieza a decaer, aunque todavía quedaban (Luis Alberto) Sánchez, Carlos Manuel Cox y (Andrés) Townsend que destacó por su capacidad intelectual. Asimismo, Alcides Spelucín, desterrado a la Argentina, y Guillermo Larco Cox, quien asumió la presidencia del Consejo del Conejo de Ministros (en el primer Gobierno de Alan García, 1985-1990)). Gente de este nivel ya no hay ahora, usted no me dejará mentir que en todos los grupos políticos se nota la ausencia de liderazgo.
¿Qué pasó, a qué responde esta crisis?
A la falta de una labor formativa de nuevos cuadros. El APRA tuvo su federación aprista entre 1934 y 1940, después se transformó en la JAP (Juventud Aprista Peruana), cuyos representantes no tuvieron la dimensión de los líderes fundadores. Pero ahí están los planteamientos doctrinarios e ideológicos que los nuevos apristas deben estudiar profundamente.
¿Acaso los planteamiento doctrinarios o ideológicos de los partidos están quedando de lado?
Están quedando de lado por falta de respeto de algunos líderes de los movimientos políticos y su carencia de formación ideológica. Es cierto que dialécticamente uno va contribuyendo a la transformación de los grupos, movimientos e instituciones, pero por lo menos debería respetarse el rumbo hacia una transformación profunda en función de lo que necesita el país, a base de la educación y la moral. Donde no existe moral, decía Haya de la Torre, no puede haber política, porque no concebimos política sin moral. Eso es lo que nos falta ahora, considerar la moral como una condición indispensable de la función pública.
Bajo ese precepto, ¿cómo califica lo que está ocurriendo en el Congreso de la República, con tantas denuncias de corrupción?
Eso se desprende de la misma realidad. Es necesario comprender que necesitamos transmitir la historia del Apra, de los verdaderos hombres que lo representaron y lo que ocurrió en la época inicial del partido, porque una cosa es recibir los hechos sin analizarlos y sentarse cómodamente a usufructuar del esfuerzo de los de ayer, pero otra es interpretar ese sacrifico como un compromiso para seguir el rumbo moral, superándolo en todo sentido.
¿Cree que se están aprovechando del pasado aprista?
Así me parece. Aunque hay excepciones, jóvenes que se están preparando y que no van a los locales partidarios, pero que sí están bebiendo de la historia verdadera de los años iniciales del Partido.
¿Quién es el responsable de que se haya abandonado la formación ideológica?
Todos. No podemos responsabilizar a uno si no nos comprometemos conjuntamente. Unos por callar y otros por no hacerlo, teniendo las facultades formativas. No podemos subestimar los intereses subalternos que nunca faltan en una institución u organización política o social. No olvidemos que el Apra con Haya de la Torre, Ramiro Prialé, Manuel Arévalo y Armando Villanueva (mimbro de la Federación Aprista Juvenil) tuvo un rumbo con una línea correcta, cuyo mensaje está llegando a los jóvenes contemporáneos que se están formando, entre quienes aparecerán nuevos cuadros. Tengo mucha esperanza de que esto cambie.
¿Esas excepciones a las que se refiere, no necesariamente están en el Gobierno?
No, unos si otros no, es que necesitamos comprender que la realidad de ayer no es la de hoy. Hay que entender que ningún partido político, en las actuales circunstancias, puede asumir a plenitud el Gobierno de una nación. El país se tiene que conducir con el compromiso de todos los partidos políticos para concertar un plan a futuro y que los próximos candidatos se comprometan a continuarlo. Éste puede ser presentado por un partido, analizado por los demás y asumir una responsabilidad compartida en bien del desarrollo nacional. El Apra está en un proceso de renovación de cuadros dirigenciales y las militancias necesitamos que se difunda la ideología para ver hasta donde podemos rescatar lo de ayer. El sentido de la revolución no implica destruir todo, sino recuperar lo que es posible y sobre esa base proyectarnos al futuro propendiendo al desarrollo. Lo importante s comprender el sentido del APRA, qué es, cómo nació y para qué. Haya de la Torre, en una carta dirigida a Juan Seoane, decía: “El aprismo es un camino abierto hacia el infinito, solo tenemos que adaptarnos a las corrientes de la ciencia y la tecnología, porque sin ésta no hay revolución ni pueden supervivir los partidos políticos, porque son herramientas poderosas para que la ciencia política continúe con su planteamiento como norma de Gobierno en la solución de los problemas. Urge renovar cuadros con jóvenes capaces y pleno respeto a la moral y a la ética. Esa debe ser una norma invariable.
¿Se considera fundador del partido?
No, soy de la siguiente generación. Los fundadores hasta ahora no han sido superados, hablando de los artistas e intelectuales, así como de los campesinos y trabajadores que supieron interpretar su rol histórico de la época y sacrificarse hasta la muerte, defendiendo sus ideas. Muchos se inmolaron a cambio de nada, solo con la profunda satisfacción de cumplir una misión histórica, como lo hizo Sergio Quiroz Loases.
Usted acaba de publicar un libro sobre Manuel Arévalo, ¿qué enseñanzas les dejó él a los apristas?
Su línea moral, fue un autodidacta de singulares características con una inteligencia privilegiada. Escuché una de sus brillantes exposiciones sin haber ido a la universidad, pero leyó mucho y tuvo maestros como Antenor Orrego. Haya de la Torre siempre recomendó estudiar la vida de Manuel Arévalo para ser apristas de verdad, fue un orador y conversador convincente y persuasivo, él recitaba con sentimiento los poemas de Vallejo. Y se remitía a las fuentes constantemente.
Arévalo organizo el partido en el sólido norte y buscaba poner atajo a las matanzas y asesinatos clandestinos y torturas en las prisiones de esa época, entonces formó las células de alfabetizadores dentro del Ejército en la sierra de La Libertad, pero lo asesinaron, acusado de conspirar la formación de un movimiento político democrático para derrotar la dictadura. En sus conferencias en el Ecuador quienes lo escuchaban decían que podía ser presidente. El 36 lo asesinan cuando era secretario general del Apra en el norte, tras capturarlo en el Barrio Mansiche y torturarlo en Chan Chan y las playas de Huanchaco.
¿Siempre hubo cuotas de poder en el Apra?
No, y eso es lo que hace mal ahora. Más bien siempre hubo debates internos que terminaban en abrazos. Esos grupos son consecuencia del debilitamiento de nuestra propia organización. Vivo esperanzado en que esto se supere. No busco cargos públicos, pero si soy un aprista disciplinado. No ingresé al partido para ocupar cargos sino para servir. No se trata de que lleguen más apristas al poder, sino que entren los profesionales capaces con gran experiencia que aporten a la función pública desde su especialidad. Lo mismo pueden hacerlo quienes no son del partido, porque se necesita técnicos.
EL HUMANISTA
Las sabias palabras de Juvenal Ñique resultan una lección de maestro. Y como tal ha viajado a Torino (Italia) invitado a dictar conferencias. Es periodista, estudió Derecho, pero no terminó la carrera en la universidad de San Marcos porque siempre estuvo preso o perseguido por su filiación política. Considera que no se exilió porque la lucha estaba acá, pero respeta la decisión de quienes lo hicieron.
Reitera su fe en que se superen los escollos que atraviesa el Apra, lo cual implica volver a la fraternidad a través de la unidad, disciplina y acción. “Cuando se rompe la fraternidad se resquebraja la unidad, entonces hay un debilitamiento como el de ahora. La fraternidad no significa mordaza, sino tener diferencias y exponerlas al interior. Sobre esa base hay que restablecer la fraternidad, eso siempre nos hace hermanos y miembros de una gran familia, como siempre lo fue inexpugnable, retornar al conocimiento porque hay necesidad de prepararse para servir mejor. El Apra fue escuela y debe continuar siendo”.
LA FRASE
Mi más grande satisfacción como aprista seria que se aperture el partido a las nuevas promociones juveniles que vendrán con miras a incorporarse en el pensamiento del pueblo.
 

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