• Tiene 550 metros cuadrados y es ofertado en 750 millones de euros
Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com
El trajinar diario en el mundo del periodismo nos lleva por senderos insospechados. Cuando todo parece que transcurre con normalidad, de pronto nos sorprende una noticia curiosa o un descubrimiento raro. La semana pasada los cables de las agencias de la noticias dieron cuenta de la ‘venta de un país’: Sealand. Para mí, se trató de un descubrimiento geográfico, que me hizo tomar conciencia de que, aunque pueda parecer lo contrario, no todo está dicho en nuestro planeta o al menos no todo está visitado.
Quienes manejamos la noticia a diario tenemos la sensación de que todo suceso, acontecimiento, conflicto, etc. que no es comunicado o difundido conveniente, no existe y por ende nadie lo toma en cuenta. Por eso, cuando una población sufre un grave problema y no lo pone en evidencia ante los medios de comunicación, generalmente, las autoridades ni siquiera se inmutan por más documentos que se hayan tramitado. Sin embargo, en cuanto los periodistas abordan el tema saltan las autoridades con promesas, discursos u órdenes que se que busque una solución “en el término de la distancia” y si quieren amainar el vendaval forman ‘comisiones’ y vaya usted a saber en que terminas las negociaciones.
En este trajinar no topamos con el anuncio de la venta del principado Sealand, el país más pequeño del mundo. Eso me motivó a indagar por este minúsculo territorio y otros Similares. La sorpresa fue creciendo, existen islas que compran los famosos y que se conocen como micronaciones, no tienen reconocimiento legal y algunos ni siquiera poseen un territorio real.
Sealand es uno de ellos, cuyo propietario es el príncipe Roy Bates, quien lo oferta por la suma de 750 millones de euros. No es más que una plataforma petrolífera de concreto (isla artificial) fuera de las aguas inglesas, sus propietarios la declararon ‘territorio independiente’ y hace unos años saltó a la fama porque muchas mafias utilizaban pasaportes de este ‘país’ inexistente. Se dice que circulan más de 150 mil cédulas expedidas a nombre de este lugar.
Tiene sólo 550 metros cuadrados, ofrece una excelente vista al mar, es un lugar muy confortable para vivir ya que está sobre dos pilotes colocados en ultramar. Emite sus pasaportes, sellos de correo, acuña su moneda y tiene su propia selección de fútbol, entre otros. El próximo 2 de septiembre cumplirá su 40 aniversario de autoproclamación como país independiente.
Su historia es pintoresca. Durante la Segunda Guerra Mundial se construyó una plataforma marina destinada a la defensa a 11 kilómetros de Harwich, en el sudeste de Inglaterra (en aguas internacionales).
La instalación (conocida como Roughs Tower) fue ocupada por entre 150 y 300 personas de la Marina Real en ese entonces y en 1956 fue evacuado el último personal y la torre abandonada.
El 2 de setiembre de 1967, Roy Bates, un ex mayor inglés, la ocupó con su familia y se proclamó príncipe. Durante la Guerra de las Malvinas, en 1982, algunos argentinos se mostraron interesados en quedarse con la plataforma, por eso las autoridades están preocupadas que las nuevas actividades que se hagan ahí no perjudique a Inglaterra.
UNA HISTORIA AGITADA
A fines de la década del 60 se establecieron radios piratas en Inglaterra que transmitían desde el mar, fuera de la jurisdicción británica, para evitar ser castigados. Roy Bates tenía una y fue multado varias veces. Luego, en 1967 se instala ahí, tras expulsar a otro grupo de radiopiratas de Roughs Tower.
En 1968, su hijo Michael abrió fuego contra un buque de la armada inglesa que intentaba recuperar la plataforma, motivo por el cual fue juzgado. Como el incidente ocurrió fuera de las aguas territoriales inglesas, el juez decidió que no tenía jurisdicción sobre el caso y el joven quedó libre.
La guerra estalló en 1978. Mientras Bates se encontraba afuera, empresarios holandeses y alemanes, junto al “primer ministro’ de Sealand, Alexander Achenbach, tomaron la plataforma y secuestraron al príncipe Michael. La reacción no se hizo esperar. Bates reconquistó su principado con un helicóptero de asalto y mantuvo como prisioneros a los invasores y los declaró prisioneros de guerra, lo que derivó en un conflicto diplomático entre alemanes e ingleses.
La mayoría de los participantes en la invasión fueron repatriados al cese de la "guerra", pero Gernot Pütz, un abogado alemán poseedor de un pasaporte de Sealand, fue acusado de traición contra Sealand y sería mantenido cautivo a menos que pagara DM 75.000. Los gobiernos de los Países Bajos y de Alemania solicitaron al gobierno británico su liberación, sin embargo el gobierno británico se deslindó de toda responsabilidad citando la decisión de la corte de 1968. Alemania entonces envió un diplomático de su embajada en Londres a Roughs Tower para negociar la liberación de Pütz. Después de varias semanas Roy Bates cedió y subsecuentemente afirmó que la visita del diplomático constituía reconocimiento de facto de Alemania a Sealand (Alemania no ha confirmado esta interpretación).
Mientras tanto, Achenbach, expatriado, formó un gobierno paralelo desde el exilio, que aún existe, asumiendo el título de ‘Chairman of the Privy Council’. A su renuncia por motivos de salud, en agosto de 1989, el ‘ministro para la Cooperación Económica’ del gobierno rebelde, Johanes Seiger, asumió el control bajo el título de Primer Ministro y Chairman of the Privy Council. El continúa afirmando ser la autoridad legítima de Sealand.
En 2000 la Guardia Civil española desbarató en Madrid a una organización que vendió más de 150 mil pasaportes diplomáticos falsos de Sealand en todo el mundo. Los miembros se identificaban como diplomáticos o ministros, pero ninguno tenía una conexión real con los Bates. El asesino de Gianni Versace (famoso modista), Andrew Cunanan, portaba un pasaporte de Sealand cuando fue detenido. Estos documentos fueron emitidos sin autprización de la familia bates, por lo cual se revocó todos los pasaportes de este país, incluyendo los que ellos mismos habían entregaron en los últimos 30 años.
A mediados del año pasado, un cortocircuito generó un incendio que se propagó por toda la plataforma. Sólo una persona se encontraba entonces, que fue rescatada ilesa.
Sealand está ocupado por la familia y asociados de Paddy Roy Bates, quien acuñó para sí mismo el apelativo de Su Alteza Real Príncipe Roy de Sealand.
Pese a la falta de reconocimiento de su soberanía y legitimidad, Sealand es una de las micronaciones más conocidas del mundo y a menudo se le usa como un caso de estudio de la manera en la que los principios de Derecho Internacional se pueden aplicar a un territorio en disputa.
Este país reclama como su territorio las aguas alrededor de la torre en una extensión de 12 millas náuticas y ha afirmado haber defendido físicamente su reclamo al menos en una ocasión. En un incidente en 1990 en el que se le disparó desde Sealand al Golden Eye, un buque auxiliar de la Marina Real.
DATOS DE INTERÉS
Lema nacional: Desde el mar, Libertad
Himno nacional: E Mare Libertas, de Basil Simonenko
Localización: Europa occidental
Superficie: 550 m²
Habitantes: menos de 5 residentes permanentes
Fecha de fundación: 2 de septiembre de 1967
Gobernantes: Príncipe Roy I (Paddy Roy Bates), 1967- y Príncipe Regente Michael (Michael Bates), 1999-
Estructura organizativa: Monarquía constitucional hereditaria
Idioma: Inglés
Moneda: Dólar de Sealand
Clase: Micronación
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