23/1/07

TRAVESÍA MÉXICO-PERÚ

Dos culturas unidas
por ruedas y pedales
• De Teotihuacán a Machu Pichu.


Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com


Comala, es un lugar mítico de México que se hizo famoso después que el escritor Juan Rulfo (1917-1986) lo escogiera como escenario de su novela Pedro Páramo, tan místico como el Cusco, capital del Imperio Inca. Estos dos pueblos conocidos, uno por la ficción y el otro por la historia, ahora nuevamente llaman la atención mundial, gracias a la hazaña de un grupo de ciclistas que se propuso unir ambas ciudades en una travesía de tres meses.
Esta es una iniciativa de Héctor Aliosha Miranda Montaño, quien concibió el proyecto Dos Culturas unidas por dos ruedas, pedalea... la Tierra es una gran pista, partiendo de las Pirámides de Teotihuacan con destino a la ciudadela de Machu Picchu. La ruta se inició en octubre del año pasado, con el objetivo de llegar a la meta el jueves 25 de enero próximo, cubriendo un trayecto de 8 mil 500 kilómetros aproximadamente (100 kilómetros diarios en promedio), en el que visitarán 328 comunidades de 10 países.
Angélica Borbolla Bonomi, esposa de Miranda Montaño y encargada de la logística de esta aventura, nos explica que el 29 de octubre de 2006 fue la salida simbólica en Comala (Colima, México), donde se dio el banderazo de partida a cargo del gobernador del Estado de Colima Silverio Cavazos, junto con el presidente municipal de Comala, Oscar Valencia. De ahí partieron a la ciudad de México en camioneta para retomar la gira desde Teotihuacan el 2 de noviembre.
Hasta el momento la comitiva ya cruzó los 10 países: México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador y desde el 1 de enero de este año está en territorio peruano Perú.
En cada lugar al que llegan disfrutan de los paisajes, su gente, su cultura y su gastronomía. Por eso, al llegar a Piura, guiados por Max Palacios, presidente de la Liga de Ciclismo de esa región, se fueron a Catacaos, donde no soportaron la tentación de probar los exquisitos potajes que ofertan las picanterías.
El sábado 20 de enero arribaron a Trujillo los miembros de este comitiva cansados por el largo camino avanzado, pero llenos de entusiasmo para continuar hasta su objetivo final.
Esta travesía es un reto más allá de la aventura que permite la vinculación de la sociedad, la salud, la educación, la economía de la región y su desarrollo en medios cien por ciento naturales. Esta clase de retos no son nuevos, datan de miles o quizá millones de años cuando el hombre enfrentaba animales gigantes para mostrar sus habilidades, fortalezas, poderío y/o hacerse de alimento. Entonces no existían medios de comunicación que dieran relevancia y fe de aquellas proezas, éxitos o fracasos. Solo eran documentados por ellos mismos en algunas paredes de las cuevas donde vivían (pinturas rupestres).
Ahora, la radio, la televisión, la prensa escrita y los medios virtuales dan amplia cobertura de esas aventuras, conocidas como carreras extremas por la condición física y habilidades que demandan de los participantes, quienes al mismo tiempo que compiten “disfrutan la belleza escénica de la geografía, gozan del contacto con la naturaleza, conviven con los habitantes de las comunidades por donde pasan y se preocupan por mantener un estado de salud inigualable”.
Esta es la mejor forma de promocionar un lugar turísticamente con impacto económico en la región. Este proyecto tiene el propósito de crear un documento escrito y electrónico con información de gran utilidad para el Centro y Sudamérica, un trayecto similar o mejor que el camino de Santiago en España.
UNA PROPUESTA TITÁNICA
“El lugar de partida fue Teotihuacan, sencillamente porque es el sitio arqueológico que nos identifica como mexicanos y porque si se trataba de unir dos culturas, ahí están los imperios Azteca e Inca, representados en un evento deportivo ciclístico que deja a un lado los límites fronterizos de 10 países con el firme propósito de promover el uso de la bicicleta como medio de transporte. Una práctica deportiva que se piensa es solamente para profesionales, en esta ocasión promueve cultura, salud, turismo y conciencia ambiental”, sostiene Miranda Montaño.
La tarea comenzó con la revisión de mapas con división política de la ruta prevista para conocer con precisión la geografía de los países a rodar. Posteriormente se hizo un trazo imaginario con programas especializados en navegación satelital, cruzando información con cartas topográficas o guías de carreteras locales para obtener el itinerario a seguir. No fue fácil, ya que en países de Centro y Sudamérica la información es muy poca y de mala calidad, además de la burocracia que predomina en gran parte de Latinoamérica. Eso se subsanó con los datos proporcionados por el Instituto Geográfico.
Luego vino el trabajo de detalle: ubicar carreteras, ciudades importantes y comunidades, así como revisar altimetrías y calcular distancias de un punto a otro, con los respectivos márgenes de error que dieran la combinación ideal aproximada para cada una de las etapas establecidas. Así se determinó que la ruta iba a demorar alrededor de 85 días.
“Ya teníamos el trazo y había que dividir las etapas realizando combinaciones entre los aspectos geográficos y climáticos de cada región, como en la capacidad física de quienes participaríamos en la travesía. Verificar altitudes máximas, mínimas, elevaciones totales por etapa, poblaciones o comunidades del punto de partida al de llegada, infraestructura con que cuenta cada localidad y por supuesto enlaces con las autoridades correspondientes”, comenta Miranda.
La idea de la travesía se había conseguido como ocurrieron otras, de pronto le surgió una duda a Miranda Montaño. ¿Lo hago solo? ¿Por qué no dos o tres ciclistas de México y dos o tres de Perú, incluyendo a una mujer de cada país?
Así lanza una convocatoria abierta en los foros especializados de ciclismo en Internet. “Curiosamente una peruana ( la trujillana no ciclista Sandra Rivasplata Zevallos) fue una de las primeras en escribir y preguntarme si podían participar damas. Honestamente, en un principio no lo había contemplado, sin embargo siempre he tratado de que a la mujer se le brinde la oportunidad de demostrar que tiene capacidad para realizar retos que parecieran exclusivos del género masculino y entonces nace la inquietud de integrar a una o dos de ellas”.
Este proyecto tiene dos objetivos principales: intercambiar con ciclistas de otros países una experiencia cultural y deportiva, utilizando como medio de trasporte un vehículo de tracción humana y amigable con el medio ambiente porque no contamina; y documentar la topografía de toda la ruta para posteriormente promoverlo turísticamente como una ruta única en su estilo. De este modo se obtendrá la descripción detallada de la topografía, cartografía, fiestas, tradiciones y gastronomía de los lugares por donde pasa la caravana ciclista. Una iniciativa digna de elogio que se convierte en un vivo ejemplo de hermanamiento y solidaridad a través del turismo.
EMOCIONANTE PARTIDA

Antes de dar el primer pedalazo, se llevó a cabo una ceremonia de despedida muy motivante e inolvidable. Tras las palabras emocionadas de un amigo del organizador de la travesía, se desplegaron las banderas de México y de Perú, tomadas entre las manos de los ciclistas. Seguidamente se entonaron los himnos nacionales de ambos países.
“La vista quedó grabada en cada uno de los participantes, cierren sus ojos y viajen con nosotros al escenario: un templete natural de cantera, a nuestras espaldas una pared natural de roca tipo volcánica adornada con plantas de lugar, en lo alto un par de cactus en claro oscuro por el sol que estaba saliendo y la pared con una perforación en la parte alta a la izquierda por donde fácilmente puede pasar una persona. Con ese fondo a nuestras espaldas, lo que veíamos al frente era la gradería con toda la gente que nos acompañaba rodeados de huisaches, sauces y vegetación de la zona, más allá se asomaba entre la pirámide del Sol de Teotihuacan, una estampa que llevaré toda mi vida como uno de los mejores momentos de vida. El sueño se estaba concretando en ese momento”.

UN TRIUNFADOR
Héctor Aliosha Miranda Montaño nació en Ciudad de México. Sus progenitores son Héctor Miranda Mayer y Bertha Luz Montaño Vázquez. Sus hermanos Seriozha y Oliushka vivió toda su infancia y juventud en el Estado de México donde conoció Angélica Borbolla Bonomi, con quien contrajo nupcias y tuvo dos hijos: Christian y Ludwig.
Inició sus estudios en la Ciudad de México y terminó la carrera técnica en Diseño Arquitectónico. Se dedica a los deportes de aventura desde 1978, logrando ser campeón Nacional en Ciclismo de Montaña. Representó a México en el campeonato Panamericano de 1998. Pionero en el desarrollo del turismo responsablemente ambiental en el Estado de Colima, más de 25 años de experiencia en el excursionismo, campismo, deporte extremo y organización de eventos deportivos y turísticos. Co-fundador de la Asociación de Hoteles y Servicios Turísticos de Colima en 2002, socio-fundador de la Asociación de Empresarios Unidos por Comala en 2005, socio de Greenpeace desde 1996.
Este milenio enfoca sus proyectos a iniciativas específicas que muestren la unión entre el turismo, la conservación y los discapacitados, aunado a la academia y la investigación. Director y fundador de Fuego Bike Internacional (FBI Colima) desde 1994, logrando posicionar a FBI Colima como una Agencia Local integradora de viajes exitosa a nivel nacional. Organizador de más de un centenar de eventos deportivos, ecológicos y de turismo alternativo en los Estados de Colima, Jalisco y Michoacán.
MAS DATOS
Los participantes son cinco mexicanos, además de Aliosha, Diego Foyo Martínez (participante y patrocinador oficial), Joaquin Magaña Campos, Ladislao Lara Martínez y Esther Rolón Castillo. También el ecuatoriano Félix Rodrigo Sampedro Girón y el peruano Daniel León Romaní . Las crónicas de la ruta las pueden leer en www.asdeporte.com.
La comitiva tiene una persona de avanzada que lleva el vehículo de apoyo. Ella percibe un sueldo y viáticos. La inversión de la travesía se estima en un millón y medio de dólares, monto que contempla los suplementos alimenticios, botiquín de atención prehospitalaria, camilla, collarín, seguro de accidentes para cada uno de los participantes, suero rehidratante, uniformes, vehículo de apoyo, combustible, bicicletas, refacciones, herramienta completa para reparar las bicicletas, hospedajes, alimentos, vuelos de avión de regreso, etc. Un listado enumerado de más de 200 puntos.

1 comentarios:

JANNETH VEGA dijo...

BUSCABA MAPAS DE RUTAS CARRETERAS DE MEXICO A PERU, Y LLEGUE A LA PAGINA DE LA RUTA DEL ZAHIR, REALMENTE QUEDE SORPRENDIDA Y ADMIRADA DE LA TRAVESIA.

NO TENGO MAS QUE FELICITAR AL SEÑOR HECTOR ALIOSHA POR SU LOGRO, Y DESEARLE QUE SIGA TENIENDO ESTOS EXITOS EN LA LUCHA POR UNIR A LOS PAISES HERMANOS DE CENTRO Y SUDAMERICA.

NO SOY UNA JOVENCITA, PERO SI ME ENCANTARIA HACER UN VIAJE ASI, OJALA ALGUN DIA SE ME PRESENTE UNA OPORTUNIDAD IGUAL

 

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