Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com
Todo tiene su razón de ser, nada es fortuito. Como próspero empresario, exitoso en los Estados Unidos y de vuelta a su tierra, después de varias décadas, las autoridades viruñeras lo consideraron un invitado de honor el día central del Festival de la Ciruela. En esas circunstancias, cuando el protocolo ya no cuenta, lo sacó a bailar una marinera, la misma Marina Mora, ex Miss Perú Mundo. Antes que satisfacción ante tanta belleza, experimentó la vergüenza más grande de su vía, no sabía bailar. Ese día decidió practicarla y no precisamente el Perú, sino en el país del norte.
Así comienza la historia de Erick Herrera Segura (56), uno de los últimos compositores de marineras, cuyos temas, desde el 3006, se escuchan durante el Concurso Nacional de Marinera de Trujillo. Y como si fuera poco, él mismo los bailará, pues no dudó en inscribirse entre los cientos de participantes de la presente edición. Está convencido que gracias a su esfuerzo se llevará uno de los trofeos de su categoría.
Su trayectoria es sinónimo de esfuerzo, entusiasmo y pasión, pero sobretodo de decisiones emprendedoras. Tras cada éxito siempre aspira alcanzar otro peldaño. Recuerda que, en 1956, cuando sólo tenía 16 años dejó Virú y se fue a Lima para seguir sus estudios secundarios.
En 1979 emprende viaje a Estados Unidos, a engrosar las filas de los ilegales. Para suerte suya rápidamente encontró trabajo en la industria de la construcción, participando en obras públicas y privadas, y trabajando más horas que el resto a fin de ahorrar un poco más de dinero. La práctica lo hizo ducho en la materia, y en 1989 funda su propia empresa (Eagle Painting & Wallcovering INC), cuando ya tenía la residencia definitiva. Al principio le fue difícil conquistar este mercado, pero no se amilanó y ahora lo contrata el Gobierno y el sector privado para las refacciones de escuelas, restaurantes, hoteles, bancos, etc.
REDESCUBRIENDO LA TRADICIÓN
Lleno de éxitos, en abril de 2003 retorna a Virú para visitar su familia, aprovechando los festejos con motivo de la Feria de la Ciruela. “Esa vez, Marina Mora me saca a bailar una marinera, pero quedé mal parado porque nunca había practicado, pues mi música preferida era el rock and roll que dominaba a la perfección en los Estados Unidos. Eso me valió mucho porque me obligó a matricularme en una academia en el Estado donde resido”.
Esa misma oportunidad, premonitoriamente, su padre (Nicolás Herrera Espinoza) que bordeaba los 96 años, le recomendó que cuando fallezca lo sepulten al son de una marinera interpretada por una banda típica. Este deseo se cumplió un mes después, cuando a Erick le avisaron que su progenitor falleció, obligándolo a viajar de inmediato al Perú para estar presente en el sepelio.
Eso lo hace reflexionar y entiende que el destino le deparaba un nuevo reto. Reconquistar la tradición de su niñez y adolescencia que había dejado atrás, ya transculturizado en el país del tío Sam. Es así que le pone empeño a su aprendizaje en la escuela de folklore recién inaugurada por unos amigos suyos en Nueva Jersey. Las clases le demandaban mucho esfuerzo porque debía quitarle un poco de tiempo a su negocio, pero no lo podía descuidar. No hay duda que la práctica de la marinera es muy dura, exige una dedicación especial.
En setiembre de 2005, por primera vez, participa en el concurso Santa Rosa de Lima, organizado en Virginia, donde ocupa el segundo lugar. Ese mismo año, en Paterson Nueva Jersey, quedó en tercer lugar en otro campeonato. En 2006 se llevó el máximo premio en la categoría Senior, en el Peruvian Parade, luego en el concurso Talentos gana el segundo premio. En 2007, en Washington DC, logra otro campeonato; inclusive se hace del trofeo Campeón de Campeones.
También participó en Trujillo, en una competencia que organizó Pocho Gutiérrez, en octubre del año pasado, ocupando el segundo lugar en la categoría adultos.
Ahora llega decidido a todo, quiere saltar a las ligas mayores, pues ya se inscribió para participar en el 48 Concurso Nacional de Marinera Trujillo 2008, seguro llevarse el trofeo de la categoría Máster, alternando con las figuras más experimentadas del ámbito nacional e internacional. En este propósito lo acompaña su pareja de danza, Carmen Urbina.
“He practicado lo suficiente, me esforcé bastante. Espero ganar y dedicarle este título a mi familia, especialmente a mi esposa (Grace Mattos) y a mis hijos”, enfatiza. No es para menos, practica tres veces por semana (dos horas diarias).
CREACIÓN A SU ESTILO
Lo más sorprendente es que Erick Herrera bailará sus propias marineras. Con emoción nos relata que mientras aprendía esta danza, también componía la letra de algunas canciones, de tal manera que en 2006 logra que dos de sus marineras (Soy viruñero y Tierra linda, tierra mía) sean incorporadas oficialmente en el repertorio del Concurso Nacional de Marinera de Trujillo, al que este año se sumará Viruñerita llena de amor.
Además tiene otras: Río de Virú, Tierra Prodigiosa y de ricos, Con cariño a Virú, Raíces y Costumbres de Virú, Anita la Mocherita. Estas fueron grabadas con el acompañamiento de la banda del Ejército y de la Peña Pilsen Trujillo.
“La banda y la marinera tienen un encanto especial que motivan. Ese encanto me movió para empezar a crear y dedicarle mis composiciones a mi tierra, expresando lo que siento por mi gente. La marinera es como una carta que le dirijo a mi esposa. Cuando la escucho, la siento dentro en mí; hay oportunidades que hasta he llorado de emoción. Vivo la marinera, y eso lo voy a expresar en este concurso”, precisa.
Aunque ahora le incorporó un matiz más a una de sus recientes composiciones, pues se interpretará con banda y cajón. “Esto es fuera de lo común, por eso, ha pedido la presencia especial de un cajonero. Espero que todo salga bien”.
Herrera Segura reconoce que con la marinera volvió a redescubrir su tierra: Virú, sino fuera por ella no hubiera venido tantas veces y tampoco habría conocido a quien ahora es su esposa (a ella precisamente le dedicó Viruñerita llena de amor), con quien tiene tres hijos: Jennifer (6), Maycol (3) y un tercero a pocas semanas de nacer).
PROYECCIÓN SOCIAL
Por estas razones se ha convertido en un difusor empedernido de esta danza nacional. Donde llega la hace escuchar y la baila. Y como no podía ser de otra manera, el 28 de mayo de 2006 fundó en Virú la asociación Raíces y Costumbres de Virú, a través de la cual se creó una escuela en la que el profesor Wilson Ñuñuveros enseña a bailar a grandes y chicos. Comenzó con casi 200 alumnos y ahora hay 60 parejas de todas las edades, son quienes realmente les gusta.
También tiene proyectado abrir una escuela de talentos y establecer un seguro institucional, con el apoyo de los patrocinadores que paulatinamente se irán sumando.
Erik considera que sus logros son fruto del esfuerzo porque “el hombre no tiene límites, lo que se propone lo consigue”.
MAS INFO
En abril de 2007 Erik Segura fue declarado Hijo Predilecto de Virú por el alcalde de esa provincia Róger Cruz Calderón.
sasagui35@gmail.com
Todo tiene su razón de ser, nada es fortuito. Como próspero empresario, exitoso en los Estados Unidos y de vuelta a su tierra, después de varias décadas, las autoridades viruñeras lo consideraron un invitado de honor el día central del Festival de la Ciruela. En esas circunstancias, cuando el protocolo ya no cuenta, lo sacó a bailar una marinera, la misma Marina Mora, ex Miss Perú Mundo. Antes que satisfacción ante tanta belleza, experimentó la vergüenza más grande de su vía, no sabía bailar. Ese día decidió practicarla y no precisamente el Perú, sino en el país del norte.
Así comienza la historia de Erick Herrera Segura (56), uno de los últimos compositores de marineras, cuyos temas, desde el 3006, se escuchan durante el Concurso Nacional de Marinera de Trujillo. Y como si fuera poco, él mismo los bailará, pues no dudó en inscribirse entre los cientos de participantes de la presente edición. Está convencido que gracias a su esfuerzo se llevará uno de los trofeos de su categoría.
Su trayectoria es sinónimo de esfuerzo, entusiasmo y pasión, pero sobretodo de decisiones emprendedoras. Tras cada éxito siempre aspira alcanzar otro peldaño. Recuerda que, en 1956, cuando sólo tenía 16 años dejó Virú y se fue a Lima para seguir sus estudios secundarios.
En 1979 emprende viaje a Estados Unidos, a engrosar las filas de los ilegales. Para suerte suya rápidamente encontró trabajo en la industria de la construcción, participando en obras públicas y privadas, y trabajando más horas que el resto a fin de ahorrar un poco más de dinero. La práctica lo hizo ducho en la materia, y en 1989 funda su propia empresa (Eagle Painting & Wallcovering INC), cuando ya tenía la residencia definitiva. Al principio le fue difícil conquistar este mercado, pero no se amilanó y ahora lo contrata el Gobierno y el sector privado para las refacciones de escuelas, restaurantes, hoteles, bancos, etc.
REDESCUBRIENDO LA TRADICIÓN
Lleno de éxitos, en abril de 2003 retorna a Virú para visitar su familia, aprovechando los festejos con motivo de la Feria de la Ciruela. “Esa vez, Marina Mora me saca a bailar una marinera, pero quedé mal parado porque nunca había practicado, pues mi música preferida era el rock and roll que dominaba a la perfección en los Estados Unidos. Eso me valió mucho porque me obligó a matricularme en una academia en el Estado donde resido”.
Esa misma oportunidad, premonitoriamente, su padre (Nicolás Herrera Espinoza) que bordeaba los 96 años, le recomendó que cuando fallezca lo sepulten al son de una marinera interpretada por una banda típica. Este deseo se cumplió un mes después, cuando a Erick le avisaron que su progenitor falleció, obligándolo a viajar de inmediato al Perú para estar presente en el sepelio.
Eso lo hace reflexionar y entiende que el destino le deparaba un nuevo reto. Reconquistar la tradición de su niñez y adolescencia que había dejado atrás, ya transculturizado en el país del tío Sam. Es así que le pone empeño a su aprendizaje en la escuela de folklore recién inaugurada por unos amigos suyos en Nueva Jersey. Las clases le demandaban mucho esfuerzo porque debía quitarle un poco de tiempo a su negocio, pero no lo podía descuidar. No hay duda que la práctica de la marinera es muy dura, exige una dedicación especial.
En setiembre de 2005, por primera vez, participa en el concurso Santa Rosa de Lima, organizado en Virginia, donde ocupa el segundo lugar. Ese mismo año, en Paterson Nueva Jersey, quedó en tercer lugar en otro campeonato. En 2006 se llevó el máximo premio en la categoría Senior, en el Peruvian Parade, luego en el concurso Talentos gana el segundo premio. En 2007, en Washington DC, logra otro campeonato; inclusive se hace del trofeo Campeón de Campeones.
También participó en Trujillo, en una competencia que organizó Pocho Gutiérrez, en octubre del año pasado, ocupando el segundo lugar en la categoría adultos.
Ahora llega decidido a todo, quiere saltar a las ligas mayores, pues ya se inscribió para participar en el 48 Concurso Nacional de Marinera Trujillo 2008, seguro llevarse el trofeo de la categoría Máster, alternando con las figuras más experimentadas del ámbito nacional e internacional. En este propósito lo acompaña su pareja de danza, Carmen Urbina.
“He practicado lo suficiente, me esforcé bastante. Espero ganar y dedicarle este título a mi familia, especialmente a mi esposa (Grace Mattos) y a mis hijos”, enfatiza. No es para menos, practica tres veces por semana (dos horas diarias).
CREACIÓN A SU ESTILO
Lo más sorprendente es que Erick Herrera bailará sus propias marineras. Con emoción nos relata que mientras aprendía esta danza, también componía la letra de algunas canciones, de tal manera que en 2006 logra que dos de sus marineras (Soy viruñero y Tierra linda, tierra mía) sean incorporadas oficialmente en el repertorio del Concurso Nacional de Marinera de Trujillo, al que este año se sumará Viruñerita llena de amor.
Además tiene otras: Río de Virú, Tierra Prodigiosa y de ricos, Con cariño a Virú, Raíces y Costumbres de Virú, Anita la Mocherita. Estas fueron grabadas con el acompañamiento de la banda del Ejército y de la Peña Pilsen Trujillo.
“La banda y la marinera tienen un encanto especial que motivan. Ese encanto me movió para empezar a crear y dedicarle mis composiciones a mi tierra, expresando lo que siento por mi gente. La marinera es como una carta que le dirijo a mi esposa. Cuando la escucho, la siento dentro en mí; hay oportunidades que hasta he llorado de emoción. Vivo la marinera, y eso lo voy a expresar en este concurso”, precisa.
Aunque ahora le incorporó un matiz más a una de sus recientes composiciones, pues se interpretará con banda y cajón. “Esto es fuera de lo común, por eso, ha pedido la presencia especial de un cajonero. Espero que todo salga bien”.
Herrera Segura reconoce que con la marinera volvió a redescubrir su tierra: Virú, sino fuera por ella no hubiera venido tantas veces y tampoco habría conocido a quien ahora es su esposa (a ella precisamente le dedicó Viruñerita llena de amor), con quien tiene tres hijos: Jennifer (6), Maycol (3) y un tercero a pocas semanas de nacer).
PROYECCIÓN SOCIAL
Por estas razones se ha convertido en un difusor empedernido de esta danza nacional. Donde llega la hace escuchar y la baila. Y como no podía ser de otra manera, el 28 de mayo de 2006 fundó en Virú la asociación Raíces y Costumbres de Virú, a través de la cual se creó una escuela en la que el profesor Wilson Ñuñuveros enseña a bailar a grandes y chicos. Comenzó con casi 200 alumnos y ahora hay 60 parejas de todas las edades, son quienes realmente les gusta.
También tiene proyectado abrir una escuela de talentos y establecer un seguro institucional, con el apoyo de los patrocinadores que paulatinamente se irán sumando.
Erik considera que sus logros son fruto del esfuerzo porque “el hombre no tiene límites, lo que se propone lo consigue”.
MAS INFO
En abril de 2007 Erik Segura fue declarado Hijo Predilecto de Virú por el alcalde de esa provincia Róger Cruz Calderón.
1 comentarios:
Gano solo los concursos en estados unidos?, porque no menciona el nombre de su pareja?, es posible que ganara por ella, ya que en el concurso de trujillo 2008, no figuro entre los doce
Publicar un comentario